La ciudad interior, el enigma perpetuo,
el secreto profunto, el lugar encriptado,
en el que para ser aceptado,
ha de transcurrir el tiempo
largo y sereno.
Toledo, la belleza hecha piedra,
el Aleph del patrimonio
donde cada casa esconde un tesoro
y cada rincón un pedazo de historia.
Toledo, mi hogar, mi tierra, mi referencia.