LLegan las hojas de otoño, mientras el año académico es mi patrón vital en los ciclos anuales. El calendario es un elemento orientador, pero pasar la vida estudiando e investigando me obliga a contemplar el mundo desde este punto de referencia. Curiosamente, me acuerdo de Peacok en "La lente antropológica", cuando dice que "un hecho es una perspectiva, vista desde un punto de referencia". El relativismo empaña la vida de los antropólogos como corriente principal y no podemos despegarnos de él jamás, al menos los que ya lo hemos incorporado al genoma (bonita metáfora-contradicción).
Creo que este blog está llenándose de telarañas con este aire de formalidad que ha tomado últimamente, contagiado por la contención casi enfermiza a que los últimos días de experiencia profesional me obligó por prudencia,a pesar de las humillaciones continuas de los de aquí, los de allí y los de más allá y de la necesidad de un silencio petreo consonante con la evasión del conflicto ante una inestabilidad calderiana.
En fin, mi propósito no es otro que lanzarte un mensaje entre líneas para lanzate tres ideas clave:
1.- Que el otoño ha llegado, actúa en consecuencia.
2.- Que gracias a Arturo, al que fugazmente leí anoche en su excelente blog, de Sentimientos, pensamientos y otros regalos, me he dado cuenta de que contener el eclecticismo es absurdo, cuado el holismo protagoniza mi vida. Esto significa que este blog, vuelve a su esencia. Ya ha dejado de hibernar el oso.
3.- Que recapacites, si tienes un segundo, sobre lo que puedes dejar de hacer si no recapacitas un segundo. Y te pongo dos ejemplos muy educativos, al menos a mi modo de ver:
- Mi vida sin mí: Ve esta película, si no lo has hecho ya.
- Candi Chang: Antes de morir quiero... Sin palabras.
Nos vemos de nuevo en Compulsiones, a quien resucito de entre las cenizas, como dice Carmen París: "Porque quiero, porque puedo y porque me da la gana".
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